jueves, 27 de mayo de 2010

Realidad de las parturientas en CCSS

Como parte de la celebración del Día Internacional de la Mujer la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) publicó la "Guía de Atención Integral a las Mujeres, Niños y Niñas en el periodo prenatal, parto y posparto".
Esta guía indica varios aspectos muy importantes para las mujeres durante sus labores de
parto, como el poder estar acompañadas durante todo el alumbramiento y que las mujeres tomen la postura que prefieran al momento de dar a luz.
Actualmente las mujeres en su etapa de parto no reciben la atención y facilidades que ellas desean.
Primeriza
El 15 de febrero Dunia Fernández entró en labores de parto. Su hijo Barúc estaba por llegar al mundo.
La idea original de Dunia y su esposo Kiban era que el niño naciera en su casa de habitación, ayudada por una Doula (mujer que ayuda a otra durante la labor de parto), pero las cosas se empezaron a complicar un poco y al final decidieron que el parto se diera en el hospital San Rafael de Alajuela.
Al inicio del los dolores de alumbramiento, en manos de la Doula, las cosas para Dunia fueron bonitas: “me hicieron masajes, pusimos aromas, rezamos, me hicieron comida, me abrazaron. Por dicha yo casi que solo llegue la hospital a pujar”.
Ya en el hospital, lógicamente no podía contar con comida ni aromaterapia, pero con calor humano, de parte del personal médico, se le podría haber ayudado, pero “la atención de ellos fue fría”
Tampoco contó con la compañía de su esposo durante una buena parte del alumbramiento en el hospital, lo cual le hubiera ayudado con todas las preguntas que le hacían como parte del papeleo rutinario, preguntas que Dunia no podía contestar.
Luego alguien llamó a Kiban y le dijo que el bebé ya había nacido, que pasara (a sala de partos), y por eso él pudo entrar, pero si no, no (lo dejaba ingresar el personal de seguridad)”
Experimentada
Para Shirley Cabezas, una mujer hatillense que tuvo a su hija en el Hospital San Juan de Dios, la situación no fue tan caótica.
Aunque no pudo dar a luz en la sala de partos por la saturación de parturientas que estaban en el hospital ese día, si experimentó una buena atención por parte del personal médico, en especial de una enfermera, la cual se quedó más allá de su jornada ordinaria de
labor para acompañarla durante el nacimiento de Abigail. “Fue un ángel”, catalogó la experimentada madre, que vivió su cuarto alumbramiento a los 45 años de edad.
También se le permitió que su esposo la acompañara durante la labor de parto, pero por razones ajenas al nosocomio, él no pudo estar junto a ella durante el desembarazo.

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