jueves, 2 de abril de 2009

Jóvenes en busca de la falsa felicidad

Con gran cariño, recuerdo que hace unos escasos 10 años, aún se veía, a la salida de los colegios, parejas de jóvenes estudiantes tomados de las manos; algunos de ellos sin el consentimiento de sus padres, pero, aún así, con la travesura de experimentar esas primeras sensaciones que da el entrelazar las manos de un ser extraño, sentir el calor de una persona de un sexo distinto al de uno; en momentos en los que la pubertad, empezaba a florecer al igual que las espinillas en el rostro.
Hoy con gran dolor veo que las cosas han ido cambiando, y lo que más me duele, es que muchos de estos cambios han sido animados por la sociedad.
Estamos en tiempos en los que los jóvenes se ven afectados, no solo por la ausencia de alguno de sus progenitores en el hogar o por la escasez económica, sino que también, por la problemática social que aqueja a la mayoría de países en desarrollo, como el nuestro.
Y en todo este embrollo en el que se ven rodeados, salen a la búsqueda, muchas veces, de alguien que les consuele, que los entienda, y sobre todo, que les brinde el afecto que en sus hogares posiblemente no encuentran. Y ¿qué es lo que encuentran? Un bombardeo mediático que les dice que todo lo que se ha conocido como moralmente aceptado es malo, que hay muchas otras escapatorias, y que esas diferentes opciones les van a dar la “felicidad”.
Y es que no podemos olvidar, los que alguna vez pasamos por esa bella etapa de la vida llamada adolescencia, que el comportamiento que más atrae es el ir contra el mundo. Esta conducta hace a los adolescentes mas vulnerables a buscar en la homosexualidad, las drogas, la violencia y las relaciones cóitales prematuras un instrumento de rebeldía contra la sociedad y el gobierno; el cual, irónicamente, es el que ha impulsado estos comportamientos con las reparticiones de condones sin medida y el impulso actual de proyectos de ley que promueven el aborto y la unión de personas del mismo sexo.
La perdida de un verdadero sentido de amor, nos ha llevado a ver como cada día salen publicados en los periódicos de circulación nacional gran cantidad de asesinatos ( el 31.5% de las 61 muertes violentas, ocurridas en febrero, fueron ocasionadas con armas; según el reporte de la Cruz Roja Costarricense), y la sociedad, en vez de fortalecer los valores de la población en etapa de aprendizaje, mas bien fortalecen una “cultura de la muerte” como lo catalogo el siervo de Dios Juan Pablo II en su libro “Memoria e Identidad”.
Espero que imágenes como las que se ven en muchos colegios de la ciudad capital, imágenes de parejas del mismo sexo, sean estos jovencitas o jovencitos con apenas 14 años de edad, tomados de la mano y besándose en paradas y parques capitalinos, no signifiquen una premisa del futuro desequilibrado que le espera a las generaciones que están por venir.

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