El pasado miércoles 13 de enero el presidente de la república, Óscar Arias Sánchez, dijo que no asistirá al “traspaso de poderes” de Honduras entre Roberto Micheletti (presidente golpista) y Porfirio Lobo, debido a que Lobo “no puede convencer a quien preside el gobierno de facto (Micheletti) de que se retire del poder, en aras de que se le de una mayor legitimidad a esas elecciones y al traspaso…me parece que eso es una demostración de debilidad”
Ante estas declaraciones, el presidente de facto y recién nombrado diputado vitalicio (figura inexistente en la Constitución Política hondureña) dijo que Arias, premio Nobel de la Paz en 1987 por buscar solución a los conflictos armados en América Central, “no tiene la capacidad ni la moral” para haber dado esa declaraciones.
El señor Micheletti, que habla de capacidad moral, ha sido nombrado por su congreso como diputado vitalicio para que goce de inmunidad, a lo cual el presidente de la Comisión de Derechos Humanos (institución privada) Andrés Pavón ha dicho: “Este acto es característico de un régimen de corte fascista… el Congreso se extralimitó condecorando al dictador”
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