De curules vacías y papeletas electorales en casas

Dentro de estas últimas 5 semanas de clima político que vivirá el país, previas al día de las elecciones, hay varios asustos (asuntos) que se van dando.

Tocaré dos aspectos que me han llamado la atención:

1-) La vigilancia que reciben las papeletas electorales previo al día del sufragio, tal como lo describió La Nación, es bastante preocupante. Desde el lunes 1º de febrero hasta el domingo 8 de febrero las papeletas permanecerán guardadas en la casa de habitación del presidente de la Junta Receptora, sin protección (policial) alguna, más que la trinita o el perrito de la casa, en el mejor de los casos.

Luego de haber permanecido las papeletas una semana entera en una casa de habitación, serán los miembros de la junta receptora en compañía de asesores y delegados los que revisarán que el marchamo de seguridad (único dispositivo que protegerá las papeletas) no haya sido violado.

2-) Los diputados, en teoría deberían de regresar a sus puestos de trabajo el próximo 18 de enero, lo cual en la práctica no se hará, ya que el Poder Ejecutivo desconvocó los Proyectos de Ley pendientes para permitirles a los legisladores hacer proselitismo hasta el 7 de febrero. Podría hacer eco de las palabras de Alberto Salom, jefe de fracción del PAC cuando dijo “(los costarricenses) nos eligieron para legislar, más que para hacer campaña” (La Nación, 23/12/09 pág. 6A); pero prefiero tomar las palabras de Jorge Méndez, Jefe de fracción del PLN, y darle un toque de ironía a este asunto: “Personas (refiriéndose a los diputados) a quienes el pueblo de Costa Rica les dio el mandato de tomar las decisiones más trascendentales…” (La Nación, 23/12/09 pág. 38A). Decisiones tan trascendentales que se han quedado en el cajón porque es más importante ir a hacer campaña política en vez de realizar el trabajo para el que se les eligió.