Rosibel Pereira y su madre, Mayra Cordero. Fotografía J. López
Por su pie izquierdo salen los colores con los que está cubierta su alma. El pincel tan solo traduce los sentimientos que corren por su sangre.
Rosibel Pereira es una vecina de Hatillo 8 que, con sus obras, nos muestra como el único límite que tiene el ser humano lo construye la mente.
Antes de caminar, a eso de sus 5 años de vida, empezó a dibujar,y desde ese momento, su ser es plasmado en cada lienzo que toca con su pie.
Cuando doña María Cordero estaba dando a luz, las frías palas metálicas de unos forceps le indicaron a Rosibel que el camino no sería fácil, a partir de ese momento una parálisis cerebral provocada por ese instrumento generó que el motor fino de Rosibel se viera seriamente afectado, perturbando su equilibrio al caminar, al utilizar sus manos y generándole dificultades al hablar.
Su espíritu luchador se fortalecíó
La cálida ayuda de su madre, quien desde ese momento se convirtió en su ángel guardian y apoyo, y una gran fe en su capacidad de lograr sus sueños, han hecho hoy de Rosibel una de las artistas más reconocidas a nivel nacional, con múltiples exposiciones de sus obras en diversas universidades públicas y privadas, instituciones públicas y escuelas.
Pero su alma no tiene ataduras. Hasta en el exterior su trabajo ha sido reconocido.
En 1993 recibió el premio "The Victory Awards" en Washington, Estados Unidos; como reconocimiento a su esfuerzo y talento. En el 2004 expuso sus obras en los salones de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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