Que arrogancia la de cierto embajador que tenemos por estos territorios del orbe.
Querer silenciar un medio de comunicación por medio de la fuerza policial de un país que no es el suyo, es una clara muestra del tipo de democracia que se vive en estos países con ideología chavista.
Pretender hacer y deshacer, pasando por encima de las leyes y, tras de eso, hacerse la víctima cuando se descubren sus hechos enegrecidos, son actos no permitidos en un país democrático como este (eso no significa que más de uno los haga).
Si ese es el comportamiento que toma en una casa ajena, ¿cómo será en la propia? ¿qué tipo de persecuciones sufrirán los buenos periodistas en estos países en los que el Alba de la democracia pura aún no se asoma por el horizonte?.
Es de aplaudir la carta emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en respuesta a la temeraria y aberrante solicitud del embajador de Nicaragua Harold Rivas Reyes de querer entorpecer nuestra democracia.
Punto importante para finalizar: ¿Qué se puede pensar de la educación de un país, en el que el propio presidente tiene que mandar a sus hijos, llamemoslos Mau y Lau, a estudiar a un país vecino?.
Bendito sea este país, que con todos sus problemas y puntos negros, aún el Artículo29 de su Constitución nos permite informar y estar informados.
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