GorileoTV, twitteando

En un ambiente fresco, que trae a la memoria aquellas imágenes del ambiente laboral de Google que vemos en la red, casi inalcanzables para un país tercermundista como el nuestro; se desarrolló la primera emisión de GorileoTV el pasado 3 de abril en las instalaciones de Tribu Saatchi & Saatchi.
Más que contertulios de una mesa redonda, los twitteros se reunieron como amigos. Algunos con soda, otros con cerveza, pero todos con muchas ansias por conversar de lo que más saben, Twitter.

Eran las 8:04 p.m. en mi reloj, cuando Gorileo dio la voz de salida: “…bueno flaco, vamos adentro!!, ¿estamos conectados? ….listos… bueno gente, saludos!, bienvenidos aquí, a GorileoTV… Los que están acá es porque no tenían nada mejor que hacer hoy. Aquí habemos muchos bombetas…”. Fueron estas las primeras palabras pronunciadas por Rogelio Umaña durante el streaming en tiempo real del blog (bitácora) GorileoTV.
Como en todo proyecto que se quiere hacer de la mejor manera, esta primera mesa redonda estaba guiada bajo un esquema bien definido, en el que se pretendía que los protagonistas fueran los seguidores de la página Twitter en Costa Rica.

Twitter, un servicio gratuito de microblogging, en el que las personas postean (publican) mensajes con un máximo de 140 letras, bajo un nickname (algo así como apodo); ha logrado hacerse de un lugar en el ciberespacio de tiquicia; característica que se pudo observar durante el terremoto del pasado 8 de enero, cuando muchas personas publicaron en el mismo instante del sismo mensajes como “esta temblando” o “mantengan la calma”.

Nicknames. Son una parte importante dentro del cosmos social de la web, ya que puede describir a la persona; “termina convirtiéndose en una marca” según Alberto González (betobeto en Twitter). Dichos seudónimos nacen de las formas más peculiares, desde anagramas del nombre propio (caso de gorileo = Rogelio) hasta utilizar simplemente el nombre de pila.
Además se habló de cómo los periodistas profesionales desacreditan la información generada por civiles en Twitter y como otros ocultan su afición a esta página por la poca aceptación que goza esta herramienta en el medio.
Así, la tertulia se extendió por 2 horas, con una participación de 548 personas a través del chat, según la estadística suministrada por Gabriel Alfaro, encargado del soporte técnico de la actividad.